miércoles, 26 de julio de 2017

Bandipur, Damauli and Kathmamdu


Bandipur is a small traditional Newar city in the central hills of Nepal, consisting of one wonderful car and traffic free street and a few sites around town, with a couple of traditional houses restored as guest houses and hotels and where the pace of life is slow. Upon arrival we just strolled through the town visiting the traditional houses, the many Hindu temples with animistic touches, the local public bathing place and watched the school kids coming back from school to their homes or to the many boarding houses around town where kids from rural families would spend the week.


Despues de haber viajado por el Sudeste asiático encontré que Laos era el país con peores carreteras y sistema de transportes, pero me equivoque... Nepal se lleva el primer lugar en desastre de rutas y carreteras, caos vehicular, tráfico y buses viejos que con suerte andan. 
Cada viaje en Nepal (donde el único medio de transporte son buses) era una odisea! 
Así que bueno, después de un largo viaje en bus, llegamos por fin a Bandipur. Una vez más con alivio vimos que nuestras mochilas eran descendidas del techo del bus, y no habían caído en algún lugar en la ruta. Aún teníamos nuestras pertenencias. 
Bandipur, era un pueblito que parecía haberse quedado atrapado en el tiempo. Casitas antiguas de madera, con balcones desde donde colgaban flores de colores. El centro turístico del pueblo consistía en una calle de no más de 2 cuadras donde se concentraba todo el movimiento. Guesthouse y restaurantes a lo largo de toda la calle principal. Niños regresando del colegio, templos Hindu, y puestitos de souvenirs. 


The next morning we set off for yet another walk in the central highlands following a mountain ridge through local villages and farms and enjoying the valley landscapes. We started off with a cool morning breeze but soon found ourselves sweating in pretty decent temperatures, yes, Nepal in winter. The villages and scenes can best be described as bucolic with corn drying on roofs and balconies, bees buzzing around the artificial bee nest of each house, chickens everywhere and cheerfully painted wooden houses. After 3 hours walking, we reached the village that was our destination where we were treated with magnificent Himalayan views and where we treated ourselves with a delicious cold beer.


Después de instalarnos en nuestro acogedor Guesthouse, una casita antigua de madera, salimos a recorrer el pueblo y sus alrededores, finalizando el día sentados en uno de los restaurantes ubicados en la calle principal, disfrutando de una sopa de res y fideos para calentar el cuerpo por la noche ya que la temperatura empezaba a descender. 
A la mañana siguiente salimos a dar una caminata por las montañas de Bandipur, llegando hasta el siguiente pueblo. Desde lo alto de las montañas obtuvimos vistas magníficas de los campos de Bandipur. Pasamos por pueblitos rurales, donde las casitas eran en madera y algunas con techos de paja, gallinas por todos lados y cabritas. Maíz colgando desde los balcones, cajitas de Madera colgadas en los balcones que servían de panal para las abejas. Después de haber estado caminando más de 3 horas bajo el incandescente sol, llegamos al pueblito final de la caminata, donde nos sentamos en la terraza de un pequeño bar a disfrutar de una bebida fría y luego emprender caminata de regreso a Bandipur.  



In the afternoon, we headed for the town of Damauli where we were invited by the sister of one of our Spanish friends we met in Laos. Sara and Jose, a Spanish couple, used to live regular Spanish lives after which Jose moved to India for an IT job. Tired of this busy job in Delhi, and with the contacts established in India, he decided together with a partner to set up his own IT business, and which better place than a sleepy Nepalese village with gorgeous Himalayan views and rivers and a few clever Nepalese engineers. Together we explored the village, had hot millet beer and snacks on the river side and a delicious bbq in the yard of their Nepalese village house surrounded by a thriving vegetable garden. The following morning we enjoyed a Spanish breakfast and jumped on a suicidal minibus to the Nepalese capital Kathmandu.



Por la tarde nos embarcamos en otro bus, que nos llevaría a Damauli. 
Damauli, era otro pueblito rodeado de naturaleza. Montañas, un río y campos de verduras alrededor de cada casita, una vez más nos vimos en un pueblito rural auténtico, donde no se ven muchos extranjeros, a excepción de Sara y José, quienes fueron el motivo real de nuestra parada en Damauli. En blog anteriores he mencionado a mi querida amiga Ada y su esposo Joseba (ambos españoles y con quienes estuvimos viajando juntos por Laos), bueno el punto es que la hermana menor de Ada se encontraba en Damauli, y nosotros obviamente queríamos conocerla. Pasamos una linda tarde con Sara y José, salimos a hacer un tour por el pueblo, donde hicimos una parada en uno de los bares locales ubicado al lado del río, donde probamos de la bebida alcohólica Nepali, que consistía en una especie de cerveza tibia que la tomas con sorbete, era en realidad una especie de macerado, parecido a la chicha de jora en Perú. 
Por la noche Sara nos preparo un pollo asado (con la receta de su padre), sólo diré que TODOS terminamos chupando los huesos y dedos! Fue el pollo más delicioso que había probado en mucho tiempo. A la mañana siguiente, después de desayunar juntos, nos dirigimos al paradero de buses donde tomamos una mini van con destino a Kathmandu.  



I remembered the horror stories of dirty hotels in Kathmandu from my mums childhood trips but after some background reading I discovered that Kathmandu, apart from a dusty and traffic congested city, had once been a thriving Silk Road city with many monuments still testifying of its ancient wealth and trade. This time we were in Kathmandu though for a different purpose and only spent 2 days getting ready for our expedition to the Langtang National Park.


En Kathmamdu, estuvimos solo dos días los cuales sirvieron para prepararnos para la gran excursión que emprenderíamos a las montañas del Himalaya, en el Parque Nacional de Lantang. Por lo que, sacamos permisos para ingresar al parque, nos registramos en la oficina de turismo, nos fuimos de shopping y adquirimos chaquetas de lluvia, medias de lana, pantalones térmicos y arrendamos bolsas de dormir especiales para temperaturas extremas. Listos y equipados, salimos a las 5 am en un bus con dirección a Lantang. 


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