domingo, 9 de julio de 2017

Visit to the Temple of the Rats, Bikaner


At midnight we boarded our train, installed ourselves in what now had become a ritual (sleeping mats and bags, warm clothes, lock on backpack, shoes tied to the ceiling fan and a bottle of water near) and laid to sleep to wake up in another Rajasthani town, Bikaner. Only, when waking up at 7.30 in an almost empty, standing train and looking at the platform and station, which was suspiciously similar to the one of the night before, I found out we were still in Jaisalmer and our train had been cancelled. After this night of complimentary lodging by Indian Railways, we packed our bags and headed for the bus station for a long bus trip. Although an arduous journey on 2 different state run buses, the trip was a unique insight in the non touristy villages, the ethnography and the costumes of the Rajasthani desert folk. For me the most unforgettable images were the elderly man in white loose clothes, elegant sleeveless blazers, colorful and meticulously wound turbans, pointy decorated shoes, weathered faces with heavy mustaches, large golden earrings often presents from their fathers, a leather coated walking stick, the unmistakable mouthful of paan (betelnut) or the chillum (clay pipe) occasionally with a bit of hash. This is one of the beautiful things in India, you pay to travel geographically and you travel in time for free.


Al llegar a la estacion de trenes, ubicamos nuestro vagón, nos instalamos y nos quedamos dormidos. La sorpresa fue al día siguiente temprano cuando despertamos y nos damos cuenta que el tren estaba completamente vacío, estábamos solo nosotros en el tren, y al salir del tren, vemos que nunca habíamos salido de estación de Jaisalmer, seguíamos en la misma estación. Se había cancelado el tren, y nadie dijo nada, algunos también se habían quedado dormidos en el tren en otros vagones, y al igual que nosotros despertaron a la mañana siguiente esperando bajarse en Bikaner, pero dándose cuenta que seguían en Jaisalmer. No me sorprende, así es India. Increíble! 
En fin, nos toco bajar nuestras mochilas del tren, tomar un tuk tuk a la estación de buses, y subirnos al primer bus que nos acercara a Bikaner. 



Finally arriving in Bikaner, we lodged in another traditional haveli homestay where we had dinner in a communal area prepared by the family. I went for a nightly walk in the small streets of the old town, where as opposed to Jaisalmer, many of the old decorated houses where in different degrees of disrepair and the streets where certainly more dirty, still, it gave me a bit more of an authentic feel and I just enjoyed walking through the bazaars and lanes, where people instead of herding you into a travel agent in exchange for a commission on your camel tour call you into the tea shops in exchange for a genuine round of questioning by the rare English speaker for the rest of the public. In another daily walk with Belen through this city, we couldn't share the same excitement for this place but then again different views on different places makes traveling together all the better. 


Una ves en Bikaner, ubicamos nuestro hospedaje que consistía en una casa antigua tradicional donde después de darme un baño de agua caliente y ponerme ropa limpia y abrigadora, decidí sentarme en el patio interior decorado con cojines de colores, máscaras en los muros, cortinas colorinches, me senté a relajarme un rato, leer mi libro y escribir en el blog, mientras Johan fue a dar un paseo por la ciudad. Al día siguiente tomamos un bus con destino al Templo Kami Mata, que es nada más y nada menos que el templo de las ratas. Como ya saben en India, tienen creencias y costumbres muy distintas a las que nosotros estamos acostumbrados. Tienen varios dioses, muchos de ellos personificados en cuerpo de animales como Ganesha (el elefante) por ejemplo, y en Bikaner, construyeron un templo dedicado a las ratas. Una de las leyendas cuenta que una princesa en la India, a la que le mataron al hijo en una batalla, rezo a los dioses para que por favor, le devuelvan a su hijo de la muerte. Las suplicase de la princesa fueron escuchadas, pero la forma en que su hijo regreso no la misma, el hijo regreso a su madre pero transformado en rata. Por tal motivo, es que la princesa decide hacer ese "Palacio" para las ratas, actualmente es un templo al que muchos Hindu van a realizar ofrendas en gesto de agradecimiento por algún deseo concedido. 



The main reason for coming to Bikaner was a visit to the Kami Mata temple in Deshnok, which we reached after a short bus ride joined by desert people in the bus and camel carts loaded with bricks, baked in cow dung fueled ovens, on the street. Having read to different legends about the temple I am not sure which is the correct one, but the bottom line is that some people reincarnated as rats and are revered in this temple. After leaving shoes and socks in a cloak room, you enter the temple barefoot, populated by thousands of rats. The rats are being made offerings in the form of milk, sweets and even whisky, from devote pilgrims and are scrunging and munching all over the place, accompanied by their nervous running, vicious fighting and high peeping. The pictures speak for themselves but 2 anecdotes have to be mentioned. While taking a photograph, a young girl approached me offering one of the local sweets from a box. She had come to the temple to thank the goddess Kami Mata, that she passed her exams, and offered some sweets to the inhabitants in return. I was then offered one of the remnants. Then, apart from having a rat running over your feet, which brings moderately good luck, best of luck would come when you could spot one of the few white rats. So from time to time a scream would come, followed by a run and a scrum. On the third time we decided to get our dose of good luck and, battle hardened after almost 3 months in India and without the least remorse, dived in the scrum, using elbows, feet, hands and most importantly the incredible capacity of sticking your head in the smallest possible hole, I spotted my white rat. We bussed back into Bikaner and digested this utterly strange experience with a delicious Rajasthani curry, hot naan bread and a cumin loaded glass of buttermilk. Then, again another train was waiting for us to take us to Delhi where we finally picked up Belen's new passport before setting off the same day on yet another night train to the holy city of Benares or Varanasi. This train ride, through India's most populated province of Uttar Pradesh, packed to the roof, leaving with a 5 hour delay and further technical problems on the trip, left us exhausted and 12 hours late on the, some say holy others say filthy, banks of the river Ganges.


Al llegar al lugar, nos percatamos de la gran cantidad de gente (como en todo India), que había haciendo fila para ingresar al templo de las ratas. De echo, eran el 98% gente local que llegaba con ofrendas de dulces para los habitantes del templo, y el 2% restante éramos unos cuentos turistas curiosos y valientes que se atrevían a ingresar descalzos al templo de las ratas. 
Habiendo dejado nuestros zapatos en la puerta del templo, al ingresar y cruzar un pasillo, llegamos a un patio interior donde ya podías observar gran cantidad de ratas corriendo por todo el patio, persiguiéndose entre ellas, peleándose algunas por un pedazo de comida, otras durmiendo en las esquinas de los muros, otras corriendo y pasando sobre los pies de los visitantes, algunos no podíamos evitar dar un pequeño grito de susto, otros en cambio no daban ninguna reacción de sobresalto y al contrario actuaban de lo más normal posible, como si estuviesen visitando a familiares. Algunos niños sentados y acostados en el piso jugando con algunas de las ratas, algunas señoras arrodilladas rezando y dando gracias por algo concedido. Platos con leche en cada esquina, cáscaras de fruta, dulces en el piso, orina de rata que al mezclarse con el dulce dejaban el piso medio pegajoso. La sensación no era lo más agradable, pero una vez más pudimos ser parte de una experiencia de una cultura tan distinta la nuestra, que es lo que lo hace interesante. Después de la visita al templo, regresamos a nuestro hospedaje, recogimos nuestras mochilas y salimos con destino a la estación de trenes con destino a Varanasi, haciendo una parada de algunas horas en Delhi solo para retirar mi nuevo pasaporte, y de ahí continuar viaje a la ciudad a orilla del famoso río Ganges. 



1 comentario:

  1. Superb post, we enjoyed each and everything as per written in your post. Thank you for this article because it’s really informative post. I Really like this site.
    Visit:-https://www.bharattaxi.com/

    ResponderBorrar